ARTICULO - INTEGRACION REGIONAL


La integración en América Latina esta aun muy lejos de convertirse en realidad. La mejor manera de exponerlo consiste en analizar el proceso de integración europeo brevemente.
Son muchos los escenarios que han tenido cabida en el viejo continente para llegar a conocer lo que hoy se denomina como Unión Europea. Sin embargo podríamos decir que el Tratado de Maastricht constituye el mayor avance de integración por países en el mundo.
Los europeos le han apostado a una integración escalada, por etapas y con componentes políticos y económicos por separado.
El primer escalafón de integración se dio con el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, Tratado CECA firmado en Paris en 1951. Este acuerdo que vinculaba a Francia, Alemania, Italia y los países del Benelux es la base de la eurozona que conocemos hoy en día.
Han sido necesarios mas de seis décadas de esfuerzo, apoyo, negociaciones y concesiones en soberanía para que los europeos se vieran constituidos en un bloque regional.
Muchos cuestionan si esa integración política es aun real, o si la eurozona, a la que no pertenecen todos los países del bloque podrá sobrevivir a la crisis actual.
La verdad todos esos interrogantes son validos y tienen respuesta.
La Unión Europea no se va a desintegrar fácilmente. Políticamente los europeos han comprendido que es mejor estar aliados que volver a vivir una segunda guerra mundial. Europa sabe que sus peor enemigo son ellos mismos. Saben que la mejor manera de evitar un descalabro en el mundo moderno es permanecer unido frente a otros bloques como EEUU, los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y ojala algún día América latina.
El gran aprendizaje sobre la Unión Europea es que han sabido anteponer sus diferencias políticas, económicas, culturales, idiomáticas y religiosas para impulsar un proyecto comunitario. En otras palabras han dejado sus egos atrás para permitir que fluya un modelo de integración que los represente a todos y los salve de morir divididos y aislados frente a sus competidores.
El euro sigue siendo un experimento entonces de esa premisa. Un forma de encontrar una moneda común para un bloque de países que hasta hace algunas décadas estaban aun divididos por una cortina de hierro entre comunistas y capitalistas.  
Si entendemos este modelo de Unión Europea nos daremos cuenta del porque el viejo continente le aposto a ganar en lugar de perder.
Por su parte América latina le apuesta a perder en lugar de ganar.
Nosotros en el hemisferio occidental nos hemos preocupado mas por acentuar nuestras pequeñas diferencias. Se nos olvido de tajo que vivimos el mismo periodo de colonización. Se nos olvido que todos a excepción de Brasil hablamos el mismo idioma, pero tenemos el mismo bagaje histórico, cultural y religioso.
Seguimos aun pensando que la integración se da por conveniencia ideológica y no por necesidad de bloque. Las tendencias políticas de la región divididas entre unos países que ven el libre mercado y la democracia como única salida, y otros que ven el modelo político cubano rencauchado por Hugo Chávez en su socialismo del siglo 21 como única alternativa.
Mientras México, Perú, Colombia, Panamá y Chile le apuestan a los TLC con EEUU, países como Venezuela, Ecuador, Bolivia les cierran las puertas a estas negociaciones con el tío Sam. 
Mientras unos quieren acabar con la OEA, otros quieren mantenerla a pesar de que no saben como defenderla. Mientras unos le apuestan a UNASUR otros le apuestan al ALBA. Mientras unos quieren entrar a Mercosur otros solo quieren cerrarles la puerta.
Mientras unos quieren mantener el Pacto Andino otros quieren boicotearle. Mientras unos quieren respetar los medios de comunicación, otros solo quieren cerrarlos. Mientras unos quieren acabar con el terrorismo otros quieren darle albergue.
Mientras unos ven a los EEUU como aliado estratégico, otros ven a Cuba como su norte. Mientras unos quieren perpetuarse en el poder, otros solo quieren democracia participativa.
Los grandes temas como la pobreza extrema y la desigualdad siguen de lado y galopando. La retorica en América latina es mas fuerte que la voluntad de integración. Solo Brasil esta entrando en la grandes ligas y solo. 
Mirando entonces el modelo de integración europeo y el de América latina nos damos cuenta de diferencias fundamentales.
Europa decidió mirar al futuro unida y dejar atrás dos guerras mundiales como recuerdo de lo que la polarización ideológica puede generar.
América latina en cambio ha preferido marca sus diferencias ideológicas. Seguramente falta lo mas importante. Nos falta historia y memoria.
Por eso la región no entiende que la integración es el camino de todos y no puede ser impulsada por unos pocos con intereses personales y agenda política propia.
Europa tiene el reto de permanecer unida, nosotros tenemos el reto de aprender de ellos. Ojala podamos. 

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