‘Si el sí gana el plebiscito, el uribismo estará en jaque’: Hassan Nassar
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‘Si el sí gana el plebiscito, el uribismo estará en jaque’: Hassan
Hassan Nassar, cuyo programa de televisión ‘En Jaque’ cada vez gana más adeptos, se ha convertido en uno de los pocos periodistas que hoy en día piensan diferente frente al proceso de paz con las Farc. La Silla, con su tradición de entrevistar a principios de año a un periodista nacional, habló con él sobre su balance del año que pasó y sus perspectivas para el que arranca.
La Silla Vacía: ¿Quién empezó el 2015 en jaque?
Hassan Nassar: En jaque lo empezaron el gobierno y el uribismo. Siguen los dos enfrascados en la misma discusión. Uno, con el afán de sacar adelante el proceso de paz y el otro con la premura de seguir oponiéndose a una negociación que parece cada vez más avanzada y sobre la cual, si bien hay muchos reparos, se están quedando fuera del bus.
LSV: ¿Y usted ya se subió en ese bus?
HN: A mí me sigue generando muchas dudas el proceso de negociación como va. Sobre todo cuando escucho las declaraciones de las Farc y se revela que la fecha que puso el Presidente no se va a cumplir. Por lo menos el 23 de marzo. Crecen mis dudas cuando escucho a Iván Márquez hablando de verdad y diciendo a la vez que no tienen dinero del narcotráfico y cuando estoy escuchando a las propias Farc diciendo que no van a entregar las armas.
LSV: Pero, ¿ en el acuerdo sobre víctimas ya dijeron que sí lo harán?
:HN Pero es que esas son las ambigüedades que uno no sabe a quién creerle. Si creerle a las Farc que han sido muy constantes en su discurso o al gobierno que a veces varia en el discurso.
LSV: Usted parece creerle más a las Farc
HN: Tiendo a creerle más a las Farc porque han sido muy claras y contundentes. Y siguen insistiendo, por ejemplo, en la Asamblea Constituyente. Al final, yo creo que la Asamblea Constituyente va a terminar siendo el canalizador de todo este proceso de paz.
LSV:¿A qué se refiere con eso?
HN: Las Farc no quieren el plebiscito. No los veo en una dinámica solo de pactar lo acordado en los seis puntos del acuerdo, sino que quieren una transformación más profunda y el único camino que veo para las transformaciones de fondo es la Asamblea Nacional Constituyente.
LSV: O sea que lo pactado tampoco le parece tan radical como piensa el uribismo
HN: Si uno ve lo de justicia, se da cuenta que es innovador en todo lo que tiene que ver con justicia restaurativa. Pero no tenemos claridad de quiénes van a ser los miembros del tribunal, cómo se van a seleccionar. No me queda claro si las Fuerzas Militares y las Farc quedaron equiparadas en el mismo nivel frente al tribunal de Justicia para la paz y si lo que está haciendo es cambiando un marco de justicia para abrirle el marco a las Farc y en ese caso repartir lo que son responsabilidades hacia todos. Lo otro es lo del plebiscito con un umbral tan bajo. No veo cómo un plebiscito cuando se cambian las reglas de juego puede tener la legitimidad y el suficiente apoyo popular que requiere siendo que fue el mismo Presidente el que lo propuso.
LSV: Pero si votan más por el no también podrían ganar con ese umbral
HN: No es una cuestión de salir a votar por el no. Sería absurdo que a uno le presenten una pregunta como ¿quiere usted la paz? y salir a votar por el no. La mayoría de colombianos somos conscientes de la importancia de alcanzar por lo menos el fin de las Farc y el fin del conflicto con un actor armado como las Farc. Pero haber cambiado el umbral como lo hicieron es una trampa que no era necesaria. El Presidente podía asumir la responsabilidad política de lo que se acuerde sin necesidad de hacer un equilibrismo jurídico para que el día de mañana si los acuerdos no funcionan la responsabilidad quede dividida entre los que votaron en el plebiscito.
LSV: ¿Le parece mejor que no hubiera refrendación?
HN: Por supuesto, que si se da una refrendación se diera a través de un referendo. Que podamos los colombianos votar punto por punto lo negociado y no una sola pregunta que puede inducir muchas veces al error porque estamos votando sobre algo subjetivo que es la paz cuando la letra menuda, que es lo que se acordó para llegar a esa paz, no vamos a poder decidir punto por punto.
LSV: Pero es que el acuerdo de paz es integral, no punto por punto. Es una transacción
HN: Lo que pasa es que igual lo negociaron por puntos, en seis puntos de negociación y bajo una norma de que nada está acordado hasta que todo esté acordado.
LSV: ¿Precisamente ese principio lo que indica es que es un todo, no?
HN: Es integral para los plenipotenciarios y las Farc pero hay puntos del acuerdo, sobre todo en justicia, que deberían someterse a una decisión popular para que tengamos la oportunidad de conocer literalmente que se acordó y de decidir a la hora de refrendarlo no como si fuera global. Lo de justicia es demasiado importante. Si la figura de la refrendación es suficientemente garantista no veo por qué era necesario bajar el umbral.
LSV: En conclusión, usted se inclina más a votar en el plebiscito por el no
HN: Hasta no conocer la totalidad de los acuerdos, diría que en este momento, me inclino por el no. Creo que todo colombiano debería hacer una autorreflexión y pensar antes de decidir si sí o no, conocer la totalidad de los acuerdos para tomar una decisión a conciencia. Que no sea solamente decir sí porque la idea de la paz nos conlleva a decir sí, si no a qué nos exponemos..
LSV: ¿A qué cree que nos exponemos?
HN: La justicia como está planteada abre un boquete, un espacio donde estamos cambiando nuestra jurisdicción solo para la paz. No estamos teniendo en cuenta que se les están dando a ellos una infinidad de privilegios como participación política abierta sin importar los crímenes, que se les están dando también unas medidas que no incluyen una restricción de la libertad como cárcel a diferencia de lo que se hizo con los paras. No sé hasta dónde la verdad, que es el eje central de la justicia transicional, llegue a ser completa si ya vimos que las Farc dice que no tienen dinero del narcotráfico. Eso desvirtúa cuál es la verdad que vamos a conocer en este proceso.
LSV: Cambiando un poco de tema, cuál cree que fue la mayor transformación del poder en el 2015?
HN: Creería que uno de los temas que más me ha impactado ha sido el de la profunda crisis de la Rama Judicial. Cuando encontramos por un lado esos vacíos en la Corte Constitucional con el caso Pretelt. Donde apenas estamos empezando a tomar decisiones sobre una Comisión de Acusaciones que muchos pensaban que era inoperante y que está tratando de sacar adelante un proceso lleno de presiones e intereses de varios sectores. Y al mismo tiempo, ver la difícil posición en la que ha quedado la Fiscalía General de la Nación, cuando ha jugado por un lado a servir de consultorio jurídico de las Farc en este proceso y por otro lado, se ha convertido en un órgano muy cuestionado por el manejo de recursos que ha tenido en la contratación directa; en el manejo que ha dado a los recursos para la creación de estas embajadas de la Fiscalía en el exterior; y sobre todo, con esta universidad de la Fiscalía que ha terminado en un completo fiasco. ¿Hacia dónde va nuestra justicia? Y uno se pregunta si realmente Colombia, que está hablando de crear tribunales especiales para la paz, está a la altura en materia judicial de los eventos que vienen.
LSV: ¿Cómo evalúa el gobierno de Santos este año?
HN: Yo creo que el gobierno del presidente Santos en materia de paz ha dado avances muy importantes. Recuperó credibilidad después de los hechos de los soldados del Cauca; y encausó un respaldo importante, no solo a nivel internacional que siempre lo ha tenido, sino interno a favor de que la salida negociada es la alternativa para salir del conflicto armado con las Farc. Pero me parece que el gobierno tiene una debilidad muy grande en el frente económico. Ha puesto todos sus cartuchos en el frente de la paz y estamos viendo que otros frentes como el económico están sufriendo un desgaste impresionante. .
LSV:¿En qué se ve ese desgaste?
HN: En el nuevo cupo de endeudamiento, déficit en la balanza comercial, precio del dólar disparado y la inflación y el desgaste que está teniendo nuestra economía que sufre claramente de una enfermedad holandesa. Gastamos todas las reservas que tuvimos de la bonanza petrolera y en este momento no estamos ni produciendo, ni explorando ni exportando lo que podíamos. En un momento de vacas flacas, lo que se viene en 2016 es enfrentar un panorama económico muy difícil.
LSV: ¿Pero es eso culpa del Gobierno? La caída del petróleo es en el mundo entero
HN: El gobierno no ha sido claro explicándonos que estas políticas que hemos aplicado en los últimos 25 años nos han generado un retraso en materia industrial porque Colombia no solo acabó con la industria nacional en los pasados gobiernos sino que las reformas tributarias que ha hecho este gobierno han generado un mayor ajuste y presión para los industriales. Y nuestras reservas cuando el petróleo estuvo alto y tuvimos mayor cantidad de exploración, se acabaron en mermelada, se acabaron en la campaña política de la reelección y están generando un desgaste en la economía. Esto sumado a factores externos como el precio internacional del petróleo genera un daño muy grande a la economía del país.
LSV: ¿Y cómo vio la oposición de Uribe?
HN: Uribe se encuentra en una posición muy difícil porque si bien muchas de las preocupaciones que tiene frente al proceso de paz son válidas, va a tener en algún momento que dejar de ser única y exclusivamente una fuerza de oposición al proceso para mirar el proceso de paz desde adentro. Le sirve hoy en día más la figura del uribismo al proceso de paz montado en el proceso que fuera del proceso. Colombia ha demostrado que si bien tiene dudas frente a la negociación cree que es necesario terminar el proceso firmando algo con las Farc. El uribismo debería continuar haciendo un control político al proceso pero estando en el proceso y no por fuera. Es una coyuntura mayor donde vale más ser una parte activa del proceso de paz que puede firmarse en el 2016 que quedarse rezagado en la historia como una fuerza política que se opuso al proceso con reparos válidos pero que lo hizo desde afuera. .
LSV: ¿Cómo se imaginaría que lo podría hacer desde adentro?
HN: Las Farc siempre han dicho y lo sé de primera mano habiendo hablado con Iván Márquez y Catatumbo en la Habana que ellos son conscientes que están sentados negociando debido a la política de Seguridad Democrática de Álvaro Uribe. Y saben que la paz necesita de todos los colombianos y uno de esos actores en el proceso de paz es Álvaro Uribe y el sector político que él representa. Uno puede firmar una paz sin Álvaro Uribe. La pregunta es qué tanto es sostenible una paz que no tiene la mayoría del respaldo popular en el país. Lo que está en juego no es la paz de unos sectores. Es la paz de una mayoría de colombianos. .
LSV: ¿Se lo imagina sentado en la Mesa de negociación?
HN: Por muy descabellado que suene lo de Álvaro Leyva de incluirlo en el proceso de negociación me parece que es una propuesta válida. O sea, ¿hasta dónde el problema sea una cuestión más de plantear no solo soluciones a la negociación sino de ser pragmáticos en la negociación? Álvaro Uribe ha propuesto ciertas cosas que el gobierno ha adaptado al proceso, como la verificación, la concentración de las Farc, que son puntos válidos. No se pueden presentar inamovibles a la negociación y ni las Farc, ni el gobierno ni el uribismo, pueden sacar adelante un proceso con inamovibles.
LSV: ¿En qué tendría que ceder Uribe?
HN: Álvaro Uribe tendrá que ceder en algunas variables del proceso de paz. Por ejemplo, la participación política para criminales de lesa humanidad. Por ejemplo, la reclusión. Por ejemplo, la variable de cómo el uribismo percibe que a las Fuerzas Militares y a las Farc las están igualando. Son varios condicionamientos donde tiene que haber una negociación más abierta.
LSV: O sea ceder en lo que ya se negoció. ¿Qué se le debería conceder?
HN: Uribe tiene razón cuando piensa en el proceso de paz en el largo aliento. No es lo que se firme ahora, sino del acuerdo qué es sostenible. Ejemplo, la justicia. Si se deja un alto grado de impunidad frente a las Farc eso lo que va a garantizar es que con los demás actores con los que se tenga que negociar -porque las Farc es solo uno- se vaya a tener que ceder sobre los mismos pilares, y eso puede terminar generando unos vacíos muy grandes en el tema de justicia. Es mejor en eso ser más estrictos y más cerrados, teniendo en cuenta que no es solo un tema de justicia transicional sino que nos está vigilando la Corte Penal Internacional y que no podemos ser garantes de una impunidad por ejemplo cuando perdonamos el narcotráfico como un delito conexo a las Farc y mañana qué vamos a hacer con las bandas criminales? O el Eln? O cualquier otra variable que no se sometan. Colombia ha puesto una cuota de sangre combatiendo el narcotráfico. Son muchos los policías, los políticos, los miembros de la sociedad que han perdido la vida combatiendo el narcotráfico para que veamos a uno de los mayores carteles del mundo limpios del narcotráfico por cuenta del proceso de paz. Aquí a las Farc se le está dando una carta abierta de exoneración y me parece peligroso a futuro.
LSV: ¿De todos los análisis que oyó en su programa cuál se le quedó en la cabeza?
HN: Definitivamente, una cosa que no voy a olvidar es cuando escuché debatir en el programa la necesidad que tenemos como país de dejar de vernos a nosotros mismos como exentos a realidades que nos pueden pasar.
LSV: ¿Por ejemplo?
HN: Nunca he creído en la idea del castro chavismo, nunca he creído que podemos vivir una crisis económica como la de Venezuela. Pero estamos enrutados en un momento que si no tomamos los correctivos en materia económica, el país va a vivir una crisis profunda en materia de generación de empleo y generación de industria. Lo grave es que si estamos pensando en el posconflicto necesitamos industria, creación de empleo y un fuerte componente económico. Y el país está dando visos de profundo endeudamiento; la implementación del posconflicto va a ser cada vez más difícil.
LSV: ¿Estamos bien de analistas?
HN: Creo que Colombia tiene buenos analistas. Pero desafortunadamente hay una polarización muy grande que no nos permite escucharnos en la amplitud y en el fondo de los temas porque prácticamente se han creado como grupos que defienden o atacan el proceso de paz y difícilmente encuentra uno personas en el centro. El análisis muchas veces debe venir de personas o analistas que no están contaminados por sus pasiones políticas a favor o en contra del tema de la paz. La paz ha terminado siendo un catalizador de los que defienden al gobierno por defender la paz o critican al gobierno por criticar el proceso de paz. Y lo que necesitamos es la mayorobjetividad posible.
LSV: Los análisis son predecibles precisamente por esos bandos
HN: A la hora de hacer debates o análisis, me pasa que encuentra uno personas con un gran criterio pero encasilladas en una ideología y la ideología es defender o atacar el proceso de paz. Y resulta que lo que necesitamos es ser muy creativos y muy pragmáticos. Entender que no todo lo que negocia el gobierno es malo ni lo que propone el uribismo es bueno per se. Se trata de ser realistas a la hora de escuchar el proceso, en eso los analistas, los medios, los políticos hemos cometido el error de haber tomado una posición a favor o en contra y no hemos sido suficientemente objetivos de valor y descartar lo que sirva y lo que no.
LSV: ¿Cuál fue la mayor pifiada?
HN: La mayor pifiada, el tema del dólar. Hice muchos programas económicos preocupados por el panorama económico del país y todos los pronósticos decían que el dólar no pasaba de los 3 mil.
LSV: ¿Es optimista frente a este año que arranca?
HN: Soy optimista por naturaleza. Espero que se firme el proceso de paz rápidamente porque soy de los convencidos de que Colombia es mucho más que el proceso de paz. Este gobierno y los colombianos necesitamos empezar a trabajar en otros frentes. No podemos seguir viviendo con el sofisma de que si resolvemos el tema de la paz el país va a ser mejor y todo va a llegar después. Este país necesita trabajar en muchos frentes. Los sondeos muestran que la inseguridad no tiene que ver con el conflicto armado, en un país con una economía que no atraviesa su mejor momento.
LSV: O sea que no es optimista frente al futuro
HN: Soy optimista por naturaleza. Creo que el país tiene que salir adelante. No voy a sentarme a que si no se firma la paz se acaba. Creo que sí tenemos que trabajar en otros frentes y dejar finiquitado ese tema.
LSV: ¿Qué tal que no fuera optimista?
HN: Al final yo creo que el plebiscito va a pasar ampliamente el umbral pero creo que va a pasar con el sí, y lo importante será que en el momento en que vamos a implementar ese acuerdo sea un acuerdo que le sirva al país.
LSV: ¿¿Quién comienza este año en jaque??
HN: En jaque comienzan las farc. Son muchas las apuestas que hay sobre el proceso. Comienza en jaque el Fiscal que termina el 28 de marzo su período. Comienza en jaque el Gobierno que tiene que firmar este proceso. Creo que la negociación no da más espera del 2016 y la presión va a ser cada día mayor sobre el ejecutivo para que saque adelante ese proceso. Y en jaque queda también, no se puede desconocer, la oposición al proceso. Si el sí pasa superando ampliamente el umbral y apoyando el proceso, indudablemente el uribismo estará en jaque.
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